Y mientras Tango…

En momentos de obligada reflexión, en la que debemos hacer la tan ansiada pausa y descanso, necesariamente pensamos en nuestra familia, y para nuestro tema, en los miembros de nuestra familia extendida en el tango.

Lo que siempre hemos tenido, que a veces no hemos querido o reconocido, la familia, piedra angular de la sociedad, esa que nos permite tener un espacio donde llegar, es nuestro refugio hoy. Cuando no podemos compartir en comunidad, se pone en evidencia lo que es una familia: la célula que nos devuelve al origen, a nuestra primera forma de relación social.

 

Y de vuelta al origen, entendemos que nuestra familia se extendió, que no es únicamente nuestra circulo inicial. Y para el tema que nos ocupa, nuestra familia se extendió al tango construyendo afectos, solidaridades y complicidades, que define una relación familiar.

 

Siempre tendremos personas y entornos preferidos y en el tango no es la excepción. La síntesis es que, en el universo de una milonga, un bar de tango, en últimas todos tenemos afectos, solidaridades y complicidades que terminan cobijando a todos.

 

En momentos de obligada reflexión, en la que debemos hacer la tan ansiada pausa y descanso, necesariamente pensamos en nuestra familia, en los miembros de nuestra familia extendida en el tango. En la parálisis total de actividades, que golpea económicamente y de forma directa a la gente que cultiva el tango en sus diversas manifestaciones, nos asalta una preocupación: ¿de qué van a vivir?

 

Y es que los temas de ingresos, el mercado, y todas las responsabilidades que tenemos como sujetos económicos, se mantienen y se agravan por el hecho de deber estar en casa sin relacionamiento alguno con el exterior, en procura de sortear de la mejor manera estos tiempos.

 

Indudablemente la situación económica está afectada para todos, y en razón de ello, es que estamos llamados a actuar con responsabilidad frente a nuestra gente, y apoyar en la medida de nuestras capacidades.

 

Tenemos la certeza absoluta que, pasado este tiempo de oportunidad para estar con la familia, descansar, reflexionar y crear; volverán las clases, las prácticas, los eventos, nuestros queridos bares de tango y las inveteradas milongas; y es muy posible que seamos mejores personas, más reconocidos con el otro, más generosos, tolerantes, y seguramente más humildes. Lo que con toda seguridad habría de llevarnos a un estado de armonía y alegría en el compartir.

 

Conscientes como personas del contexto actual, y atendiendo llamados como el de Francina Feria Naranjo (milonguera), quién nos lleva a la reflexión de manera directa y puntualmente frente al tema del tango, queremos hacer eco de ello e invitar a todos los que podamos manifestar solidaridad con hechos frente a nuestros queridos profesores, bailarines, y gestores de tango, para unirnos en procura de salvaguardar la actividad y el espacio que nos da estados de felicidad.

 

Si fuéramos catastróficos podríamos decir que debemos unirnos para evitar la desaparición de esos entornos de tango, frágiles por su estructuración económica y la ausencia absoluta del estado de economía naranja. Sobre este tema valdrá una reflexión posterior, por cuanto indudablemente lo que hacemos con el tango es economía naranja que demandaría desde la solidaridad de todos los actores, una formalización y un reconocimiento estatal (de todos los órdenes).

 

De momento y vista la extensión del tiempo que debemos abstenernos de las academias, las clases, los abrazos, las milongas y los bares, convocamos a que cada uno de nosotros piense en las personas cercanas en el tango que derivan su ingreso de ello, a efectos de procurar ayudar dependiendo de la capacidad de cada uno.

 

No somos nosotros los llamados a decirle a nadie la forma como debería ayudar, seguramente habrán muchas y muy buenas ideas, las cuales deseamos no solo que se expresen, sino que se materialicen. Posibilidades como anticipar entradas a milongas, anticipar clases y talleres, hacer clases o talleres virtuales, no solo nos permitirá mantenernos en contacto, sino que harán hechos, la solidaridad manifestada.

 

Estamos dispuestos a apoyar y seguir iniciativas que mantengan presente todo este ecosistema del tango, y mantendremos abierto nuestro portal y nuestras redes para replicar cualquier iniciativa al respecto.

 

Ruben Serna y Ximena Barrera

 

La reflexión que nos envía Francina, la citamos textualmente:

Querida comunidad tanguera de Bogotá, todos sabemos la complicada situación que vive el mundo entero por la pandemia de Coronavirus la cual ha impactado la economía global y poco a poco empieza a afectar la economía de cada uno de nosotros sin exceptuar a los que tienen como proyecto de vida el Tango.

El objetivo de este comunicado es hacer un llamado a la solidaridad con los maestros y promotores de milongas de nuestra ciudad, personas que siempre nos han trasmitido conocimientos y nos han proporcionado  espacios maravillosos para disfrutar del tango.

Para algunos de ellos las clases y las  milongas son su fuente de ingresos así que queremos enviar este llamado a todos aquellos que quieran y puedan solidarizarse con ellos

Cual es la idea?

Cada uno de nosotros tenemos destinado un presupuesto para el tango cada mes bien sea para clases o milongas, así que el desafío es seguir aportándoles a nuestros maestros y organizadores de milongas parte u ojalá fuera el 100% de ese presupuesto al menos durante los próximos 2 meses en espera de que la situación local mejore.

Estamos seguros de que ellos  en su creatividad lograrán generar ideas para seguir aportándonos conocimiento y diversión, como ya lo empezaron a hacer algunos de ellos….. Recuerda que todos dependemos de todos….

Deja una respuesta